Soledad Otaola nació en San Pedro de Jujuy, a casi 4 mil kilómetros de su hogar actual y a un océano de distancia del punto donde cumplirá su sueño: la Antártida Argentina. La educadora y su marido serán docentes en la Escuela N° 38 ubicada en la Base Esperanza, se trata del único establecimiento que está activo en el continente antártico.
"Soy jujeña y me encuentro en Río Grande, Tierra del Fuego. Una vez que me recibí de maestra busqué nuevos horizontes: en el 2010 llegué y comencé a trabajar. Conocí a mi esposo, me casé y tuvimos hijos", contó sobre su desembarco en el extremo sur del país hace más de una década.
Su pareja también es docente y comparten el anhelo de enseñar en el continente blanco. "Desde que nos conocimos teníamos este sueño de poder ejercer en la Escuela N° 38 y se está concretando", contó.
"Tenemos 5 hijos y viajamos con 3 que son los menores: Paula de 16 años, Danilo de 7 y Fausto de 3", detalló sobre el grupo familiar que partirá a Base Esperanza y vive con alegría la posibilidad, porque "están felices, sobre todo Danilo, que todo el día pregunta cuánto falta".
CÓMO SE LLEGA A SER DOCENTE EN LA ANTÁRTIDA
"Hay un llamado para poder dictar clases en la escuela, nos inscribimos en septiembre del 2021 y presentamos un proyecto", detalló en cuanto al proceso de selección y explicó que los requisitos son tener al menos dos años de experiencia en la docencia y estar registrados en las juntas de Tierra del Fuego. También es una exigencia que se trate de un matrimonio consolidado.
El establecimiento en el que desarrollarán sus tareas cuenta con la asistencia de los hijos e hijas del personal que forma parte de la misión en esa base argentina. "Este año vamos a contar con 7 niños, 2 en nivel inicial y 5 en primario. Hay 8 adolescentes que van a cursar a distancia", explicó.
"Saldríamos este 7 de marzo de Tierra del Fuego a Buenos Aires. Haríamos un aislamiento de 15 días y estaremos partiendo a fines de marzo a Base Marambio y de ahí a Base Esperanza", dijo sobre las fechas previstas para el embarque y desembarque.
LA CONCRECIÓN DE UN SUEÑO
"Sabemos que es una experiencia que nos va a cambiar la vida", definió Soledad y se mostró segura de que aportará al crecimiento de su familia y también al personal y profesional.
"Esta experiencia creo que es el broche de oro de mi carrera. Es el sueño de todo docente poder llegar ahí. Es una aventura no solo en lo personal sino también porque nosotros con nuestro trabajo vamos a reafirmar los derechos de soberanía de nuestro país", consideró.
