Opinión
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¿Pasados de Revolución?

El escenario luego de las elecciones en Venezuela es de incertidumbre. No hay datos que convaliden los supuestos resultados que sostiene el oficialismo

maduro
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Claudio Gareca por Claudio Gareca | 30-07-2024 18:11

Sin dudas que la agenda internacional por éstos días está copada por las elecciones que se realizaron en Venezuela. Elecciones que lamentablemente carecen de confiabilidad, por la falta de transparencia, imparcialidad y la celeridad en dar a conocer los resultados y todo el proceso que atañe a la integridad electoral.

La participación de prestigiosas instituciones con sus equipos de especialistas y observadores electorales entre ellos la ONU, el Centro Carter, los veedores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, la Unión Europea, la Comunidad del Caribe, La Unión Africana, Brasil, Chile, España todos coinciden en la falta de transparencia del proceso, lo cual pone de manifiesto de que no se haya tratado de una elección libre y justa. 

¿Pero cómo se llegó a ésta situación? ¿Cuál es el contexto que atraviesa el país caribeño? 

  1. La delicada situación económica con altísimos índices de inflación agravada por la introducción de variados productos básicos y un sistema cambiario caótico y restringido más las sanciones internacionales hacen que la crisis se profundice y su moneda se deprecie día a día. 
  2. La inestabilidad y tensiones políticas ha hecho que Venezuela viva una de las crisis de refugiados más importantes y lamentables del mundo. Más de 7,7 millones de venezolanos han salido de su país en busca de mejorar su vida. Nadie se va de su tierra porque sí. 
  3. Son 25 años de permanencia de la revolución Bolivariana y sin permitir alternancia.
  4. El manejo del sistema electoral es un traje a medida del oficialismo. El sitio web de la comisión nacional electoral no está disponible, por lo tanto, no hay datos
  5. Los otros poderes del estado están cooptados por el oficialismo. 
  6. Otro ingrediente que también gravito con fuerza fueron los estudios de opinión, las exit poll, encuestas independientes y a boca de urna, que adelantaban la posible victoria del candidato opositor González Urrutia con veinte y treinta puntos de ventaja sobre Maduro.

En ese contexto y en pos de hallar el mejor camino que conduzca a una salida pacífica y democrática es que en octubre de 2023 se suscribe el Acuerdo de Barbados entre el actual gobierno venezolano y la oposición, bajo la mediación del reino de Noruega para que se celebren futuras elecciones libres y limpias, contando también éste proceso con el acompañamiento de Estados Unidos y Rusia. 

Con ese escenario, Estados Unidos apaciguó las sanciones contra el petróleo venezolano, pero decidió reactivarlas cuando el gobierno de Maduro confirmó la inhabilitación o proscripción, por presuntos hechos de corrupción, de la líder de la oposición María Corina Machado para participar de futuras elecciones. A pesar de ello, en julio de éste año Estados Unidos decidió reanudar las conversaciones con Venezuela. 

Desde el oficialismo, Maduro amenazó con una insurrección militar si los resultados no lo acompañaban, argumentando que la oposición se sabe perdedora y por ello estratégicamente se proclamaría ganadora. Hechos que llevarían a una confrontación de graves consecuencias, implicando un baño de sangre. Tal fueron las declaraciones de Maduro, que las mismas no pasaron inadvertidas por su par brasileño Lula Da Silva quien condenó esas expresiones. 

¿Cuál es la importancia ésta elección para Venezuela?

Estas elecciones eran de capital importancia para la oposición para poder sacar a Maduro del gobierno mediante el voto, como instrumento legítimo en un marco de elecciones. Los opositores lograron unirse en una candidatura, la de Edmundo González Urrutia organizada y conducida por María Corina Machado frente a la impopularidad de Maduro que lleva más de una década en el poder.    

La posibilidad de transparentar el funcionamiento de la Comisión Nacional Electoral, manejada por el oficialismo, lo que no brinda garantía de imparcialidad, en virtud de las injerencias y decisiones tomadas en los últimos procesos electorales, como las proscripciones de candidatos, el dilatamiento de las elecciones y el no reconocer resultados.

Para evitar una nueva ola de migraciones hacia países vecinos como Colombia y Brasil, y por supuesto la amenaza que representa para la estabilidad de la región. Vimos países como Rusia, China e Irán que fueron los primeros en convalidar el resultado y saludar a Maduro. 

La posibilidad de que caiga el régimen se torna nuevamente en una ansiada esperanza y se aleja de nuevo la posibilidad hacia una transición democrática.  

¿Qué hay que esperar?

El escenario luego de las elecciones es de incertidumbre, no hay datos que convaliden los supuestos resultados que sostiene el oficialismo, lo cual nos lleva a plantear la hipótesis que, en caso de una derrota de Maduro, éste no hubiera aceptado ese resultado y menos una transición pacífica del poder. 

El alineamiento de Rusia, China e Irán con el régimen bolivariano, más el juego geopolítico y los recursos energéticos del país caribeño ¿le sirven realmente a Maduro como paraguas para protegerse frente al resto de occidente que sostiene que las elecciones carecen de transparencia por lo tanto no pueden ser convalidadas? Creemos que no. El hecho de convocar a elecciones es nada más y nada menos que un maquillaje para tratar de legitimar un gobierno que carece de tintes democráticos. 

La actual administración demócrata de Estados Unidos le exige a Maduro que dé a conocer los números, que muestre las actas con los resultados finales, mientras que los republicanos, y su candidato Donald Trump consideran que si hay buenas condiciones económicas pesaría más el pragmatismo que las distintas miradas ideológicas. 

Si a la oposición hipotéticamente se le reconociera su triunfo, ¿cómo se plantearía el escenario? 

Estimo que la oposición tendría que sortear varios escollos para poder gobernar, teniendo en cuenta que el gobierno de Maduro ejerce un fuerte control sobre la justicia, el poder legislativo, las fuerzas militares y los medios de comunicación, sumado a ello que debe limar algunas asperezas para superar sus internas. A pesar de ello, la oposición contaría con lo que anhela y carece Maduro, la legitimidad de la voluntad de los venezolanos. 

Claudio Gareca

Docente en Ciencia Política 

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